La gasolina baja, pero su precio sigue estando por las nubes. Los combustibles fósiles están sujetos a vaivenes impredecibles, ahora sacudidos fuertemente por la guerra en Ucrania. Un escenario ante el que algunos han decidido tomar cartas en el asunto: ¿No será la hora de comprar una ebike?
Salud y ahorro
A estas alturas, nadie duda de que moverse en bicicleta implica una mejora inmediata de la calidad de vida: al pedalear ganas en salud, y contribuyes de manera decisiva a hacer de tu ciudad un lugar más amable. Las principales urbes del planeta están apostado con decisión por ella como un elemento clave en la lucha contra el cambio climático. Y a poco que hayas viajado lo habrás visto: cuantas más bicicletas tiene una ciudad, mejor es la calidad de vida de sus habitantes.
El precio de una bicicleta eléctrica es, para muchos, uno de los principales obstáculos a la hora de decidir adquirir una. Y, sin embargo, todo el que tiene una sabe bien que a la larga ha acabado resultando enormemente barata frente al desembolso que supone un coche.
Diferencias abismales
Echemos cuentas: imaginemos que el litro de gasolina vuelve a unos precios más o menos normales, como los que había antes de que el mundo se volviera definitivamente loco. Pongamos, 1,50 euros por litro. Si tenemos en cuenta que un coche medio consume unos 8 litros cada 100km, el resultado son 120 euros por cada 100 kilómetros que recorras en coche.
Pero, ¿cuánto cuesta recargar una bici eléctrica? Pongamos por caso, también un precio del kilowatio hora anterior al actual repunte: 0,24€. Si tomamos como ejemplo una bici eléctrica con motor de 250 W y batería de 624 Wh (0,624 kWh), pagaremos por cada recarga 0,624kWh X 0,2403€/kWh = 0,1499€. Es decir, algo menos de 15 céntimos. Si además partimos de la base de que para recorrer 100 kilómetros nos harían falta dos recargas completas, el coste total para recorrer la citada distancia sería de 30 céntimos de euro.
30 céntimos frente a 120 euros. Ebike vs coche. Una diferencia abismal a la que habría que sumar, además, el escaso mantenimiento que requiere cualquier bicicleta, sea eléctrica o no, frente al que tiene un coche. Añade, además, los impuestos y las ITV pertinentes que ha de pasar todo coche.
Ahora ya lo sabes: esto es lo que ahorras si decides comprarte una bicicleta eléctrica y empezar a moverte con ella de manera habitual. ¿Sigues pensando que es cara?
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